ENTREVISTA ANTONIO VÉLEZ CONCEJAL DE COALICIÓN CANARIA.
Manifiesta Vélez ya llegamos a los 100 días del nuevo Gobierno Municipal
y continuamos sin aplicar un principio democrático participativo: Las decisiones se deben tomar, en segundo lugar, después de escuchar detenidamente a los ciudadanos afectados y a la oposición. No se trata de hacerle caso al presidente de asociación que se erige en "propietario" de la opinión ciudadana; se trata de consultar muchas, muchísimas personas, de muchas maneras diferentes, teniendo presente la gran diversidad de intereses que quedan afectados por las decisiones municipales, en los diferentes barrios del Municipio de Agüimes.
Y se debe consultar a la vez proponiendo necesidades,
y abiertos a nuevas alternativas propuestas por actores sociales. Finalmente, hay que aplicar un principio de decisión colectiva del gobierno. No se trata de que cada concejal sea "propietario" de las decisiones de su ámbito de trabajo; se trata de que todas las decisiones un poco importantes se tomen colectivamente por parte del equipo de gobierno, después de un debate informado, es decir, una vez todos sus miembros conozcan y entiendan las restricciones técnicas, jurídicas y económicas del tema, conozcan y entiendan varias alternativas de solución y puedan deliberar y decidir de manera consciente cuál es la mejor.
No es solamente una cuestión ética o política, que también, dado nuestro sistema electoral; la deliberación colectiva es una manera técnicamente acreditada de tomar decisiones en un contexto de ambigüedad e incertidumbre, y de dificultad de ponderar criterios muy heterogéneos, como son la mayoría de las decisiones municipales.
Definir una dinámica de trabajo y de reparto de trabajo y un buen sistema de deliberación colectiva y de toma de decisiones en un equipo de gobierno es cuestión de voluntad y también de criterio técnico organizativo. La voluntad debe poner el nuevo equipo de gobierno; el criterio técnico organizativo desgraciadamente no está presente en la inmensa mayoría de ayuntamientos. Se necesitan asesores expertos en este tema.
Coalición Canaria en Estrategia Local tenemos muchos años de experiencia en el asunto. Que cada concejal de gobierno tenga que inventar una política sectorial, dirigir su ejecución y hacer las relaciones ciudadanas solo sirve para poner en evidencia que no es Superman o Superwoman.
Un gobierno que no sabe a dónde va, después de 44 años Gobernando nunca llega a ninguna parte. Todos los políticos de todos los colores dicen que hay que planificar, pero a la hora de la verdad muy pocos lo hacen. Parte de la culpa la tienen los funcionarios técnicos, que a menudo tienen unas nociones de cómo se hace la planificación muy tradicional, las de la tecnocracia de los años 60 del siglo pasado, y que predican que la planificación debe hacerse en una lógica estrictamente técnica, apolítica, que los políticos deben limitarse a aprobar y aplaudir lo que digan los técnicos, y que la planificación debe ser intemporal, global, incremental, pesadísima y a muy largo plazo. Es decir, el paradigma de la planificación lentísima, cara e inútil.
Otra parte de la culpa es de los propios políticos, que a menudo confían más en sus ideas improvisadas, repentinas y compulsivas que en un plan de trabajo serio y ordenado (quizás por convencimiento de que la planificación tradicional de los tecnócratas no sirve de nada...)
Se debe planificar, pero hay que planificar bien, sencillo y rápido. Manos a la obra: se debe planificar dentro de los primeros cien días.
¿Cuál es el plan que hay que hacer? Proponemos desde Coalición Canaria que el objetivo de los primeros cien días debe ser el plan de mandato, al menos hasta el nivel de primer borrador completo. Este documento debería tener las siguientes características:
• Un compromiso político entre el programa electoral del partido ganador - o cotejado y contrastado con una evaluación aproximada de los recursos disponibles (presupuestarios, organizativos, de tiempo...)
• Un enunciado de los principales proyectos de actuación, y no solo de obra pública, sino de servicios, de prestaciones sociales, de cambios organizativos y de personal...
• Un calendario del proceso de aprobación del propio plan de mandato, con las operaciones que se prevean de información y de participación ciudadana, de negociación con diferentes actores implicados, de deliberación y aprobación institucional.
• Una previsión del proceso de revisión y actualización del plan de mandato.
No es necesario que el plan de mandato sea muy detallado. Nunca debería ser un documento pesado ni tecnocrático que sólo los expertos entiendan. Un buen plan de mandato debería ser un documento de no más de 10 páginas con un resumen de una página (la primera página).
Aparte puede haber documentos más detallados que justifiquen técnicamente el documento básico, que sean accesibles pero que no haga falta leerlos para conocer todas las determinaciones importantes del plan.
Otra cosa que hay que hacer los primeros 100 días es no dar por perdido el año 2023. Hay que revisar el presupuesto y planes de actuación vigentes para 2023 y modificar todo lo que se considere conveniente y sea posible modificar. Incluso si no ha cambiado el gobierno, se deben mirar los planes en marcha con una mirada nueva. Y si hay cosas que ahora no parecen oportunas, se pueden anular hasta donde se pueda. Es mejor hacer menos cosas, y ahorrar, en vez de asumir el coste de seguir gastando recursos en cosas que ya no son necesarias, oportunas o acertadas.
A instituciones medianas y grandes, este inicio de trabajos de planificación se puede combinar con un inicio de creación de un pequeño gabinete de planificación, allí donde no haya, que es en la mayoría de instituciones locales. Con funcionarios de la casa, claro. Hoy en día sobra gente en trabajos ejecutivos y falta gente para pensar trabajando con los políticos. Hay que pensar más y actuar menos.
Y no hay que hacer nada sin pensar.
Esto significa que se deberán planificar bien, más adelante, todos los proyectos importantes, de manera flexible y participativa, con un liderazgo del gobierno inmediato y efectivo y con una buena interacción entre planificación, información, participación y ejecución.
Poner en marcha un sistema moderno, sencillo y útil de planificación, con funcionarios profesionales que trabajen en colaboración y complicidad con el gobierno no es fácil. En la gran mayoría de instituciones no hay ni los métodos, ni la organización para hacerlo. Es necesario que expertos externos echen una mano para empezar, y ayuden a formar un equipo interno que planifique con continuidad.
Averiguar lo que quieren los ciudadanos no se consigue mirando al techo. Un nuevo gobierno local empieza a trabajar con proyectos claros, los que ha pactado a partir de los programas electorales de las fuerzas políticas que conforman el gobierno. Pero estos proyectos se deben concretar y poner en práctica, y esto quiere decir hablar con los ciudadanos afectados.
Se acabaron los tiempos en que a un gobierno le bastaba con haber ganado las elecciones para poder actuar sin encomendarse a nadie.
La letra pequeña, incluso de los pequeños proyectos, actuaciones y modificaciones de los servicios, requieren una consulta detallada con los vecinos más directamente implicados.
Por otra parte, las necesidades sociales cambian a menudo, y desde el primer momento los gobiernos locales deben estar atentos a la ciudadanía, que puede tener nuevos problemas o nuevas sensibilidades y preferencias, que se deben tener presentes en el día a día del gobierno.
Por lo tanto, un gobierno local para tener éxito debe montar, desde el primer día del nuevo mandato, o al menos dentro de los primeros cien días, un sistema para interrogar cientos o miles de ciudadanos y vecinos sobre sus percepciones de los problemas, las prioridades y las demandas de servicios.
Esto quiere decir que, por un lado, una parte muy importante de los concejales del gobierno deben dedicar una parte muy importante de su tiempo a hablar con el vecindario.
Desde Coalición Canaria denunciamos que los primeros 100 días de la Corporación
Municipal ha sido un gran fracaso, los jardines sin limpiar, la seguridad brilla por su ausencia, atención del área de dependencia sin actualizar, vehículos abandonados en las vías públicas unos agentes que brillan por sancionar, sin patrullar en ningún momento por las principales avenidas, pero es lo que el pueblo a elegido, solo toca evaluar para ver si son capaces de arrancar esta legislatura con rigor y planificación, los ciudadanos no nos eligen para participar en las fiestas Y PARA QUE LOS CIUDADANOS NOS VEAN, nos eligen para gestionar sus recursos, por ello menos verbenas y más gestión municipal, manifiesta el Concejal Antonio Vélez.